El gigante asiático come huevos falsos

Cuándo nos llegó la solicitud de escribir sobre los huevos falsos que se venden en China, nos tocó releer por si nos habíamos vuelto tarumbas con tanto calor. A lo mejor, si no habéis oído hablar de este fenómeno, os ocurra lo mismo.

Por lo que hemos ido leyendo, mientras nos frotábamos los ojos ante tanta incredulidad, íbamos descubriendo todas las confabulaciones que se hacían en torno al mercado alimentario asiático. Parece ser que el arroz de plástico quedó en un bulo, pero hasta Youtube nos muestra cómo hacer huevos de mentira e incluso dicen las malas lenguas que se puede encontrar alguna tienda en China en la que te venden los ingredientes. Leéis bien, huevos de mentira.

Huevos que rebotan como pelotas de pin pon. FOTO: Pexels.

Lo más fascinante de estos huevos, si se les puede llamar huevos, es que son elásticos. Se trata del gosipol, un alcohol que proviene de las semillas del algodón y que sus proteínas dan una textura gelatinosa. Si te aburres en las comidas familiares, siempre puedes lanzarlos contra el suelo, por lo visto rebotan. ¿Verdadero, falso? Alucinante.

Sumergiéndonos en la prensa asiática, Beijing Media Network afirmaba que la cáscara estaba hecha de carbonato de calcio y la clara con coagulantes, resinas y almidón.

El diario Standard recogía las conclusiones del doctor Lo Wing-Lok en las que confirmaba que algunos incluso llevan aluminio y que comerlo, a largo plazo, genera retraso mental. Retraso mental. No sabemos si será cierto o no, pero lo que sí da es mucha grima que un doctor utilice semejante lenguaje capacitista. Pero no vamos a entrar en ello porque si no nos encendemos.

¿Hasta que punto es saludable? FOTO: Pexels.

Solo nos queda viajar a China con el equipo de investigación al completo para confirmaros que no solo Louis Vuitton se ve amenazado por el gigante asiático, las gallinas de vuestros pueblos, también. ¿Cuál será el próximo tema fascinante que nos pidáis? ¡Estamos expectantes!